lunes, 8 de septiembre de 2008

vivo / icpna / 18 Agosto

jueves, 31 de julio de 2008

jueves, 24 de julio de 2008

vivo en El Comercio / 24-07-08


>> Es una instalación que está viva, definida como el consumo y producción de medios audiovisuales; es remediación de la vida o vida mediatizada que sucede en tiempo real, en vivo frente a nosotros. <<

martes, 22 de julio de 2008

lunes, 21 de julio de 2008

domingo, 20 de julio de 2008

sábado, 19 de julio de 2008

texto / miller puckette


La escultura animada y sonificada VIVO es única en tanto que los medios generados por computadora no son presentados al espectador como tales, sino integrados a un todo más grande y coherente. VIVO puede ser visto como una escultura móvil que emite sonido. Este género esta históricamente asociado con el gran Jean Tinguely; pero mientras las esculturas de Tinguely se mueven y vibran, en el caso de VIVO una red de computadoras arroja luz y sonido sobre la escultura. La realidad central es la escultura misma, y las computadoras esencialmente median entre esta y el espectador. Para gente como yo que puede ver una gran cantidad de arte por computadora, esta obra provee un cambio refrescante frente a la ubicuidad de imágenes creadas para pantallas. La aproximación de VIVO me recuerda un tanto a la de uno de mis artistas favoritos, Tony Oursler, en su uso inventivo de las proyecciones de video en formas tridimensionales, pero mientras las figuras de Oursler son tragicómicas, las de VIVO son abstractas y, esencialmente, musicales en estructura.

La contribución de la computadora puede ser pensada como la adición de la cuarta dimensión del tiempo a una estructura que ya es tridimensional. El tiempo en VIVO no es usado para llevar una historia narrativa, sino para dar espacio a los gestos, tanto visuales como sonoros (esto es especialmente crucial en cuanto al sonido, que no puede siquiera existir fuera del tiempo). El espacio y el tiempo no están meramente estructurados de manera predeterminada, sino que son navegados por el espectador; ase hace así posible evitar la narrativa, manteniendo una estructura temporal significativa. En lugar de presentar una vista frontal y de dos dimensiones, como en una película o performance, el espectador está inmerso en el espacio de la escultura, y de cierta forma se convierte en parte de ella.

Detrás de la superficie de VIVO hay una construcción de gran ambición y complejidad, que combina escultura, videoarte, sonido e interactividad. El video proyectado es controlado por un software laboriosamente programado para tomar en cuenta el arreglo intrincado de formas en el espacio; texturas móviles y colores cambiantes son diseñados para moverse por caminos tridimensionales. Tanto el video como el sonido reaccionan a la presencia y movimiento de los espectadores. Mientras que la infraestructura computacional necesaria para hacer todo esto posible es altamente sofisticada, la intención no es el impresionar al espectador con las destrezas técnicas de los artistas, sino el conectar los varios aspectos de VIVO de manera natural y unificada. El resultado final no es el software, sino la vista, el sonido y la responsividad de un nuevo tipo de escultura móvil.



Miller Puckette

texto / eduardo lores


Parto de la hipótesis del retorno del aura en la obra de arte digital, pues si bien es por esencia repetible, -dada su condición numérica- es siempre original. Quizá la distancia que reclama Benjamín para que aparezca ese hálito, surja de la brecha abierta por una sintaxis poco conocida, desinformación ocasionada en parte por el marqueteo invasivo de softwares cerrados.

El lenguaje en el que se basa VIVO es el Pure Data (PD) que, si bien tiene una autoría conocida, Miller Puckette, se plantea como un entorno gráfico de programación en tiempo real para procesamiento de audio video y gráficos, abierto. Algo como las catedrales del medioevo que convocaban al conjunto de la comunidad a participar en su construcción.

VIVO connota una posición contraria al futurismo y sus consecuencias fascistas. Vivificar lo inerte y mecánico es aspiración del mejor arte.
Es una obra abierta donde la presencia del público afecta generando comportamientos caóticos en el complejo procesamiento del stock audio-visual de origen concreto y/o apropiado que produce, como resultado del análisis en tiempo real, múltiples montajes no lineales que sintetizan el sonido, las imágenes y la luz, emitiendo un flujo continuo. Estas al ser proyectadas en ases previamente calados a la medida de las superficies de tecnopor, las vuelven objetos estéticos, pinturas abstractas, esculturas, entes operáticos que se mueven al ritmo de la música o que inducen a que la música los acompañe. Lo que hace evidente la influencia del conceptualismo y en especial de Fluxus en una propuesta que reconcilia a Danto con Greemberg.

Como resultado VIVO propone una lógica similar a la del Texto que, según Barthes, no es comprehensiva (definir lo que la obra “quiere decir”) sino metonímica; el trabajo de asociaciones, de contigüidades, de traslados, coincide con una liberación de energía simbólica, (si esta le faltare, el hombre moriría).

VIVO configura un espacio como ambiente celebratorio. Gadamer diría que el arte responde –mejor que ningún otro medio- a la necesidad básica del hombre de juego, de símbolo y de fiesta (como lugar de comunicación).

Bienvenidos al tono.


Eduardo Lores

texto / beno juarez



viernes, 18 de julio de 2008

lunes, 30 de junio de 2008

Invitación




viernes, 27 de junio de 2008

Tríptico


martes, 24 de junio de 2008

diagramas






algunos diagramas de la instalación para el espacio del ICPNA

video prueba 3



tercera prueba en el taller de realidad visual.